jueves, 13 de mayo de 2010

TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD

El TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON O SIN HIPERACTIVIDAD, TDAH, es un síndrome conductual. Este trastorno tiene síntomas como: impulsividad, exceso de movimiento, inatención, dificultad en el control de impulsos, dificultad para adquirir buenos hábitos de higiene y académicos, etc.

Este trastorno tiene una causa neurobiológica. Hay una afectación en el sistema nervioso central. Parece ser que se da por una serie de fallos biológicos. Además, la carga genética suele influir. Si los padres tienen TDAH, hay un 50%, aproximadamente, de posibilidades de que los hijos también lo presenten.

Esta afección es un trastorno común en la niñez, que afecta más a niños que a niñas (una niña por cada 4 niños). De este modo, podemos encontrar tres subtipos de TDAH según los síntomas detectadoss:

  • Inatento: Está relacionado principalmente con la falta de atención. Tienen dificultad para seguir órdenes y en la organización, terminar actividades, se distrae con “una mosca”, es olvidadizo, etc.

  • Hiperactivo/impulsivo: Es menos frecuente. La persona tiene un exceso de movimiento. Siente necesidad de estar siempre moviéndose, salta o corre en situaciones inapropiadas, quitando cosas a los demás. No suelen esperar los turnos conversacionales, responden antes de que finalice la pregunta e interrumpen en juegos a los demás. Suelen ser más proclives a los accidentes.
  • Tipo combinado: Es de los más frecuentes e implica síntomas de los dos anteriores. Hay que tener claro que, aunque no se cura, es necesario intervenir para que se produzca una mejora. El tratamiento, pues, va encaminado a que el niño sea capaz de terminar esas actividades que no puede acabar y seguir órdenes, entre otros objetivos.
Para tratar estos síntomas es posible que le pongan un tratamiento farmacológico que está encaminado a aumentar la actividad de la dopamina. Además, debe tener un tratamiento conductual, que es tan importante como el tratamiento farmacológico.
  • Crear una rutina: es bueno que creéis una rutina diaria. Desde que comienza el día hasta que acaba. Intentad por ejemplo que la hora de la comida sea siempre la misma o la de hacer las tareas.

  • Es bueno que siempre que se pongan a hacer las tareas utilicen el mismo sitio, preferiblemente un lugar luminoso, sin distracciones como televisor o hermanos jugando. Intentad siempre que la silla sea no giratoria para evitar que esté todo tiempo dando vueltas.

  • Antes de empezar a realizar las tareas podéis hacer alguna actividad de refuerzo de la atención para conseguir que se centre, por ejemplo una ficha de buscar las diferencias o de laberintos pueden venir muy bien. Una vez que ha hecho esta actividad empezamos a hacer las tareas. De esta forma, además, se relaciona la hora de hacer la tarea con algo que les gusta. Al principio os costará trabajo que se quede sentado, por eso empezad con poco tiempo e id aumentándolo.

  • Es bueno también que siempre coloquéis las cosas en el mismo sitio. Ya que suelen ser olvidadizos, si colocamos siempre la mochila en el mismo sitio, o sus juguetes, o zapatos, es más fácil que recuerde dónde está cada cosa.

  • Es importante que reconozcáis sus logros y lo premiéis. Podéis hacer una tabla de normas. En ésta pondréis 4 o 5 normas que sea lo que más os interese o preocupe de su comportamiento. Pero no pongáis las 5 que más trabajo le cuesten. Metas realistas. Cuando consiga algo de lo que hay en las normas le pondremos una pegatina y lo premiaremos. Podemos llegar a un acuerdo como “cuando consigas 10 pegatinas vamos al cine, o te compro un helado…”

  • Cuando estéis hablando con él explicándole algo, id directamente al grano. Decidles las cosas claras, sin rodeos. De esta forma será más fácil que os preste atención que si le dais una larga explicación.

  • No le deis a escoger entre demasiadas opciones de juguetes, ropa, etc. Dadle un par de opciones y ya está. Será más fácil que pueda elegir.

  • Sobre todo si presenta hiperactividad, cuando salga del colegio, después de estar en clase varias horas, llevadlo al parque para que haga actividades físicas si su cuerpo se lo pide.

Os remito a este enlace que, si sois maestros os vendrá muy bien (gratis para descargar):

- GUÍA PRÁCTICA PARA EDUCADORES.


Otras webs de interés:

http://www.trastornohiperactividad.com/

http://www.guiainfantil.com/salud/cuidadosespeciales/la_hiperactividad.htm




CÓMO CALMAR A UN BEBÉ EN 15 SEGUNDOS






Hay varias teorías de por qué los bebés se calman cuando escuchan un ruido blanco, como el del agua del grifo cayendo, o el sonido de una aspiradora. Una de ellas dice que es porque al bebé le recuerda a cuando estaba en el vientre de la madre. Otra dice que lo que ocurre es que deja de oírse a sí mismo. Pero ninguna está demostrada.
¡Probadla y me decís!

CONSEJO 2. TARTAMUDEZ

Cuando hables con una persona con tartamudez intenta darle su tiempo para que conteste, no le termines tú las frases ni las palabras.
Imagina que cuando estás hablando siempre intentan decir por ti las cosas. Eso a ninguno nos gusta. Déjales pues su tiempo y, a no ser que te pidan ayuda, no termines sus enunciados.

domingo, 9 de mayo de 2010

¿CÓMO LLAMA LA ATENCIÓN TU HIJO?


Este vídeo es la mejor muestra de una llamada de atención.

Si no están llorando porque estén malitos, porque necesiten algo importante o cosas por el estilo y sólo lo hacen por llamar vuestra atención, recuperar un juguete, evitar recoger sus juegos o algo parecido, lo mejor que podéis hacer es no prestarles atención. Eso sí, vigilando de que no les ocurra nada y dándoles una alternativa. Imaginad que el berrinche viene porque estáis hablando con alguien y no podéis atenderlo en ese momento: "ahora mismo no puedo, (alternativa) cuando termine de hablar con ella voy contigo". Seguirá llorando y llorando, pero si siempre tenéis que hacerle caso en ese mismo momento, le estaréis dando a entender precisamente eso: que siempre que reclame atención debe tenerla. Debe ir comprendiendo poco a poco que debe esperar su turno. No es que no lo vayamos a atender, sino que tiene que ser dentro de un momento. Cuando terminéis de hablar, lo cogéis y le dais toda la atención que quiera: "mamá ya está aquí, ¿qué quiere mi niño?".

El llanto es la forma que conocen de conseguir lo que quieren. Quizás el primer día llore 30 minutos y, si no cedéis, al siguiente llore 20, y al siguiente 10 y así hasta que comprenda que llorar ya no le sirve. Si, por el contrario, el primer día el niño ve que, aunque haya estado llorando 30 minutos, después vosotros vais y le dais lo que pide o simplemente le prestáis atención, entonces al siguiente día sabrá que lo único que tiene que hacer es seguir llorando (e incluso quizás más rato que el primer día) porque al final conseguirá su objetivo.

"El lenguaje de menores de dos años no se desarrolla con los DVD educativos", elmundo.es SALUD.

Para todos aquellos padres que sientan a sus hijos de esas edades ante el televisor, poniéndoles programas educativos para que "aprendan", esta información puede serles útil:

Los niños no aprenden delante de la pantalla de la televisión porque no interactúan con ella, no les da la oportunidad de intervenir, de expresarse, no hay turnos de conversación y no corrige los enunciados que éstos dicen. No quiere decir que estos DVD sean negativos, pero hay que tener en cuenta que no les van a enseñar un lenguaje.

Cuando sean un poco más mayores les resultarán más interesantes y útiles, pero a esas edades, para que vuestros hijos aprendan el lenguaje oral, para que aprendan vocabulario, conceptos, etc. lo mejor que podéis hacer es hablarles. Hablad con ellos comentando todo lo que les llame la atención, todo lo que hay a su alrededor. Es muy importante que les deis la oportunidad de expresar sus propias ideas, que respetéis los turnos de conversación, que utilicéis un lenguaje ni demasiado fácil ni demasiado complicado, que ampliéis las frases que os diga, que repitáis de forma correcta las palabras que no pronuncie bien (pero sin agobiarlo) y, que todo eso lo hagáis a través del juego. El juego es la mejor forma para que el niño os preste atención y aprenda sin darse cuenta y de forma divertida.

Podéis hacer miles de cosas para que vuestro hijo desarrolle no sólo el lenguaje oral sino también su capacidad cognitiva, motórica, etc. Pero sentarlos delante del televisor, no es la mejor opción. Los métodos tradicionales, son los mejores.