Estas onomatopeyas están pensadas para niños menores de 4 años ya que los sonidos que en ellas se practican se adquieren en ese rango de edad.
Por ejemplo, sobre los 3 años los niños ya están diciendo sonidos como la p, m, k, ch, f, n...
Además, no solo se practica la onomatopeya en sí. Se dicen los nombres de los dibujos que salen, para qué sirven, qué son... de modo que se hace una estimulación del lenguaje.