sábado, 25 de septiembre de 2010

CONCIENCIA SILÁBICA

La entrada de hoy va dedicada a trabajar la conciencia silábica. Si os acordáis es cuando el otro día hablábamos de conciencia fonológica, es cuando tomamos conciencia de que las palabras están formadas por sílabas (dedos).

SEPARAR EN "DEDOS":
Podemos empezar por explicarles que las palabras están formadas por sílabas, y que las contamos con los dedos. Cada palabra tiene más o menos dedos, según sea más larga o más corta. Para empezar a trabajar esto podemos: Nombrar una serie de objetos que haya en la habitación o lugar en el que nos encontremos. Le ayudaremos a decir el nombre de los objetos, separando cada golpe de voz en un dedo. Ej. : casa --> ca- sa (sacamos un dedo con cada sílaba)--> “Una y dos; casa tiene dos dedos”.
También podemos hacerlo proporcionándole tarjetas con distintos dibujos. En un principio evitaremos las palabras con diptongos. Otra opción sería meter en un pequeño saco que llame la atención distintos objetos y, por turnos, iremos sacándolos para ver que objeto ha salido y así contar los dedos que tiene. Si en lugar de objetos queremos hacerlo con las tarjetas con imágenes, podemos meterlas en una “caja mágica”, bien adornada y que llame bastante la atención. Igual que en los demás casos, se irán sacando las tarjetas por turnos y contando los dedos que tienen (número de sílabas).
Podemos hacer dados (espuma, madera, carturlina, etc.) y ponerles velcro en cada una de las caras. Cogemos tarjetas con dibujos a las que colocaremos detrás también un trozo de velcro, de modo que pueda pegar las tarjetas al dado e ir cambiándolas. Deberá tirar el dado y contar el número de dedos que tenga el dibujo que salga.
Al hacer las tarjetas podemos poner el nombre de la palabra escrito en la misma, ya sea en la misma cara o en el reverso de la misma. De esta forma, vamos acercando al niño al lenguaje escrito. Cuando el niño vea esa misma tarjeta “x” número de veces, seguramente empezará a asociar esa grafía con esa palabra; estaremos trabajando casi sin quererlo la lectura global.
Es muy importante que el niño vea la actividad como un juego y no como una obligación o deber. Por ello, podemos jugar con ellos, o si tienen hermanos o amigos más o menos de la misma edad, jugar entre todos. Está comprobado que a través del juego los conocimientos se adquieren mejor. Además, al tratarse de niños tan pequeños, la originalidad es algo fundamental para llamar su atención que no se aburran.
Aunque normalmente se suelen asociar las sílabas a palmadas (y así lo empecé haciendo yo cuando trabajaba con los niños), la experiencia me ha dicho que es mejor trabajarla contando con los dedos. Trabajar las sílabas separando por palmadas está muy bien si no les estáis pidiendo a los niños que cuenten el número de sílabas/ palmadas que tiene dicha palabra. Si lo habéis hecho alguna vez, os habréis dado cuenta de que cuando han separado en palmadas no son capaces (o les cuesta mucho trabajo) recordad cuántas palmadas han dado y, por tanto, saber el número de sílabas de dicha palabra.
Por eso, al separarlas con "dedos", son capaces de contar sus dedos y decir sin equivocación cuántas sílabas tiene.

viernes, 24 de septiembre de 2010

TOMAMOS CONCIENCIA LÉXICA

Hace unos días os estuve hablando acerca de las habilidades metalingüísticas y los distintos tipos de conciencia fonológica. Hoy os pongo esta entrada explicándoos algunos ejemplos para trabajar la conciencia léxica. Recordad que es cuando tomamos conciencia de que las frases, las oraciones, están formadas por palabras. Cuando somos capaces de entender que las palabras forman oraciones hemos adquirido la conciencia léxica.

TOMAMOS CONCIENCIA LÉXICA:

Le vamos a pedir al/la niño/a, que sea capaz de separar las palabras que forman una frase. Para ello podemos escribir una frase corta y separar cada palabra de un color para que se de cuenta de que son elementos separados por espacios. Hay que decirle que eso son palabras y que cada vez que vea un espacio habrá una. Da igual que no sepa leer. Debajo de cada frase podemos poner cuadros y que pinte tantos cuadros como palabras tenga la frase. Cuando sea capaz de entender esto, le daremos la frase sin escribir para que realice la misma tarea de rellenar los cuadros. Podemos hacerlo también dando saltos, en los que cada salto corresponde a una palabra. Ejemplo: “La niña juega”. Tres palabras tres saltos. Lo haremos, al principio, exagerando los espacios de las palabras, de modo que sean capaces de identificarlos sin mucha dificultad. Conforme vayan dominando la tarea, se les irá dando la frase sin hacer apenas distinción entre las palabras; es decir, diciéndola como hablamos normalmente.